La ruta logística Madrid-Marrakech, de más de 1.200 kilómetros, desempeña un papel fundamental en el comercio de marisco entre Europa y el norte de África. Este comercio implica el transporte de marisco fresco y congelado desde las bulliciosas regiones costeras de España a Marruecos, mientras que el marisco marroquí, como las sardinas y el marisco, se exporta a los mercados europeos. Esta ruta, que atraviesa una mezcla de terrenos urbanos, rurales y remotos, exige un alto nivel de eficacia y precisión para garantizar la frescura y calidad de las mercancías perecederas.
El viaje comienza en Madrid, un importante centro logístico para España, y se desplaza hacia el sur a través de las regiones rurales y montañosas de Andalucía, donde la conectividad celular se debilita considerablemente. A continuación, los camiones llegan al puerto de Algeciras, una puerta marítima clave para las exportaciones de marisco, y cruzan el Mediterráneo en ferry hasta Tánger (Marruecos). Desde Tánger, la ruta continúa a través de los diversos paisajes de Marruecos, incluida la desafiante cordillera del Atlas, antes de llegar a Marrakech, un creciente centro económico para las industrias agrícola y marisquera. Mantener una conectividad fiable a lo largo de este complejo viaje es fundamental para preservar la frescura y calidad de los envíos de marisco.

El comercio de marisco a lo largo de esta ruta se enfrenta a importantes desafíos. La cobertura de telefonía móvil se vuelve escasa o totalmente inaccesible cuando los camiones atraviesan los terrenos escarpados de las regiones de Sierra Morena y Sierra Nevada, así como durante el tránsito en transbordador entre Algeciras y Tánger. Estas lagunas aumentan el riesgo de retrasos y deterioro, sobre todo en el caso del marisco sensible a la temperatura, como el marisco y el pescado congelado. Sin una conectividad constante, los proveedores logísticos tienen dificultades para mantener la visibilidad de su carga. Para los envíos de marisco que requieren un control preciso de la temperatura y la humedad, estos puntos ciegos pueden provocar su deterioro, importantes pérdidas económicas e ineficacia operativa.
Sateliot, líder en tecnología NewSpace, ofrece soluciones de nanosatélites LEO (órbita terrestre baja) diseñadas específicamente para afrontar estos retos. Al permitir una transmisión de datos sin fisuras a través de entornos terrestres y marítimos, la solución de Sateliot garantiza que los envíos con seguimiento IoT permanezcan rastreables y controlados en cada etapa del viaje.
La ruta Madrid-Marrakech demuestra el potencial de la tecnología NewSpace para revolucionar el comercio de la cadena de suministro. Al abordar los retos de la conectividad, Sateliot permite a las empresas de logística mantener la calidad del marisco durante todo el trayecto. Desde los exportadores de marisco andaluces hasta las bulliciosas lonjas marroquíes, la visibilidad mejorada y el control medioambiental que proporciona la solución IoT vía satélite de Sateliot están estableciendo un nuevo estándar para el transporte de productos perecederos. Como la demanda mundial de pescado fresco y congelado sigue creciendo, las innovaciones NewSpace están preparadas para desempeñar un papel cada vez más vital a la hora de garantizar operaciones logísticas eficientes, fiables y sostenibles. El corredor Madrid-Marrakech pone de relieve cómo la tecnología de satélites de vanguardia está tendiendo puentes entre continentes y posibilitando un mercado mundial de productos del mar más interconectado.