Sobre Regio7: un medio informativo donde podrás seguir la actualidad y toda la información de Manresa y la Cataluña Central.
En esta entrevista, nuestro Consejero Delegado y Cofundador Jaume Sanpera ha compartido su visión sobre el statuquo de la industria espacial española, los retos actuales en la industria del IoT (¡cobertura celular!) y nuestro plan de cómo podemos ayudar a afrontar estos retos.
¿Por qué quieres desplegar 250 nanosatélites?
Proporcionar cobertura del Internet de las Cosas (IoT) a bajo coste en cualquier parte del mundo. En la conectividad actual del Internet de las cosas, hay dos mundos completamente distintos.
Uno con cobertura móvil que llegue al 10% del planeta con equipos extremadamente baratos y compatibles. Un equipo para IoT dentro de una ciudad cubierta por un operador de telefonía móvil cuesta 5 euros y ya hay 2.000 millones de dispositivos de este tipo. Luego está el resto del mundo, donde no hay cobertura móvil y los aparatos cuestan 500 euros. Ahora sólo hay 5 millones de estos dispositivos.
¿Dónde está ese 90% sin cobertura?
En España, es en las zonas rurales. A escala mundial, en los océanos, o en África, donde la cobertura es casi inexistente. En Norteamérica y Sudamérica, la cobertura es mucho menor que en Europa. En estas zonas, si quieres seguir un contenedor refrigerado de punta a punta desde que sale de Brasil hasta que llega a París, tienes muchas zonas sin cobertura.
¿Cómo se soluciona este problema?
Tomamos el sistema estándar utilizado por los operadores de telefonía móvil , lo hacemos evolucionar con ellos y desplegamos satélites que permiten utilizar los dispositivos de 5 euros existentes en cualquier parte del mundo. Esto significa que tienes un equipo estándar funcionando en una constelación de satélites. Esta tecnología, única en su género, se demostrará en febrero con el lanzamientoch del primer satélite en un cohete Space X (empresa dirigida por Elon Musk). Con este satélite, demostraremos la tecnología de extremo a extremo con nuestro socio MNO, que es Telefónica.
Desplegaremos una constelación de lo que se denomina Satélites de órbita terrestre baja (LEO). Los satélites tradicionales están a 30.000 kilómetros de distancia. El nuestro estará situado a 550 kilómetros de la Tierra y dará la vuelta al globo. Esto significa que con un satélite ya tendremos cobertura en todas partes, pero con un tiempo de revisita muy elevado.
Lanzaremos más satélites para reducir este tiempo. A finales de este año, tendremos cinco satélites en órbita y entraremos en la fase comercial.
¿Puedes empezar con sólo cinco satélites?
Sí, en el Internet de las Cosas, tienes tres grandes grupos of aplicaciones. Un grupo que no es sensible al retraso, como la agricultura, la ganadería o las infraestructuras; otro que trabaja con hasta un mensaje por hora, como la logística marítima; y un tercer grupo de comunicación casi en tiempo real, como la logística terrestre. Estos cinco satélites iniciales servirán a todas las aplicacionesque no son sensibles al tiempo de retardo.
En 2024 lanzaremos 64 satélites más, con los que podremos cubrir el 70% del mercado del internet de las cosas. Para el 30% restante, necesitaremos hasta 250 satélites para dar servicio en tiempo real.
¿Cuánta financiación has conseguido hasta ahora?
Hemos recaudado 12,5 millones de euros. Primero hicimos una ronda semilla y luego una serie A en la que entraron tres grandes accionistas: Indra (la empresa aeronáutica del Ministerio de Defensa), que tiene el 9% del accionariado; Cellnex, que tiene el 3%; y Sepides (vinculada al Estado), con el 5% de los títulos.

¿Cuánto cuesta lanzar un nanosatélite?
Utilizamos satélites muy pequeños. Ocupan 30 centímetros por 20 y por 10 cuando los paneles solares no están desplegados y pesan unos doce kilos.
Hoy en día, los grandes lanzadores, como SpaceX, tienen cohetes especializados en el lanzamiento de pequeños satélites. Hemos llegado a un acuerdo con SpaceX para lanzar nuestro próximo satélite el 15 de febrero. El precio se calcula en función del peso, lanzar nuestro satélite nos costará unos 150.000 euros.
¿Y el propio satélite?
El satélite, por sí solo, costaba unos 700.000 euros. Hemos invertido mucho dinero en ello. Antes, un satélite costaba 250 millones de euros. Ahora cuesta alrededor de un millón, incluido el lanzamiento. La reducción ha sido brutal, pero a pesar de ello, estar en el espacio sigue siendo caro.
¿Cómo de avanzada está España en soluciones espaciales?
En España, tenemos todas las cartas en la mano para tener un gran sector espacial. Tenemos nuestra propia tecnología, capacidad y talento gracias a las universidades.
Sin embargo, carecemos de un mercado de inversión como el estadounidense. Es una tecnología que necesita mucho tiempo para madurar y que para un fondo es mucho más complicada.
Creamos la empresa en 2018 y llevamos cuatro años sin facturar. Eso es mucho tiempo. Es una inversión muy importante sin haber llegado aún al mercado.
¿Para qué sirve una agencia espacial española?
Tiene mucho sentido y más ahora.
El espacio ha sido dominio de las grandes corporaciones y empresas semipúblicas. Ahora que hay un brote y el número de empresas se multiplica por cien, es imprescindible contar con una agencia espacial española que establezca una estrategia de país.
¿Cuál es tu modelo de negocio?
Es un modelo de negocio superescalable. Cuando lanzas una constelación de satélites de órbita baja, cubres todo el globo y comercialmente tienes que dar a todos.
Esto puede ser muy complicado, imagínate llegar a un país y llegar a un cliente que no te conoce ni conoce tu marca, cuesta tres años y mucho dinero conseguir su confianza.
Sin embargo, operamos en el mismo dispositivo que ya utiliza el operador de telefonía móvil, lo que hacemos es convertirnos en la extensión de cobertura de esas telecos locales.